Envejecimiento de manos
Aunque para muchos la lucha constante contra los signos de envejecimiento se concentra en el rostro, uno de los mayores delatadores del paso del tiempo son nuestras manos. Nuestras extremidades están expuestas constantemente y, por lo general, reciben pocos cuidados, lo que se transforma en manchas, arrugas, flacidez y deterioro.
A medida que el colágeno natural de la piel y las fibras de elastina comienzan a descomponerse, las manos empiezan a mostrar los signos de la edad avanzada. Las texturas pueden cambiar y las venas pueden comenzar a aumentar de tamaño e inflamarse. Las arrugas y la piel delgada y traslúcida son también signos de envejecimiento de las manos.
Medidas de prevención para evitar este envejecimiento serían:
- Hidratarlas constantemente para evitar la pérdida de elasticidad.
- Protegerse las manos cuando realizamos labores nocivas para ellas (como jardinería, actividades de limpieza, construcción…).
- Evitar la exposición a diferentes temperaturas. Los cambios bruscos de temperatura afectan la estructura de la piel, dándole una apariencia maltratada. Así deberíamos evitar salir de un ambiente frío y exponer las manos al calor del fuego o la calefacción excesivamente alta.
- Usar protección solar diariamente, sea invierno o verano, ya que la exposición a las radiaciones ultravioletas existe durante todo el año, y esa exposición constante de las manos al exterior, hace que estas envejezcan con precocidad.
- Exfoliar las manos con frecuencia, ya que eliminaremos las células muertas que provocan arrugas manchas y otras señales de envejecimiento.
- Ponerse en manos de un experto en medicina estética para realizar tratamientos adecuado de acuerdo con el envejecimiento individualizado de cada paciente (peelings, infiltración de ácido hialurónico, mesoterapia...).