Rinomodelación
Es la modificación de la nariz con la que se corrige los defectos de ésta sin necesidad de someterse a ninguna intervención quirúrgica, para ello se usa como producto el ácido hialurónico o hidroxiapatita cálcica.
Se está poniendo muy de moda cuando se trata de pequeños retoques y no de grandes intervenciones estéticas ya que el paciente obtiene grandes resultados, y es una técnica menos agresiva, especialmente diseñada para ciertos casos.
Los principales problemas que podemos corregir con la rinomodelación son:
- Remodelar la punta de la nariz, haciéndola más estética.
- Acabar con la nariz de “bruja” o el perfil tan marcado.
- Mejorar el aspecto del caballete.
- Rellenar un dorso demasiado profundo.
- Corregir e igualar algún pequeño desnivel.
Es un proceso rápido, en 30 minutos normalmente habremos finalizado el tratamiento. La intervención consiste en modificar el aspecto estético de nuestra nariz mediante un relleno, que puede ser permanente o temporal.
Debido a esto, es posible recuperar el aspecto estético si por ejemplo deseamos hacer la punta de la nariz un poco más ancha, o rellenar un hundimiento, pero no es posible achatar la punta o hacer el tabique más fino, pues para estos casos debemos acudir a una rinoplastia convencional.
No requiere hospitalización, y por regla general no existen demasiadas complicaciones tras la intervención (hematomas, infección, en casos raros y molestias locales). Si bien es cierto que el paciente debe observar como va reaccionando su organismo al material utilizado.
La recuperación es muy llevadera, el paciente puede hacer vida normal prácticamente desde la salida de la clínica. Si bien se recomienda tener cuidado a la hora de dormir, tratando de mantener siempre la nariz hacia arriba y evitando el sol (usando cremas de protección). El precio ronda los 350 euros.